Unión Profesional Cantabria

LOS ECONOMISTAS ANTE EL COVID-19

Ante la crisis del coronavirus en España, los economistas trasladamos a las autoridades administrativas, a los profesionales y a la sociedad en general una serie de propuestas de urgencia de carácter económico -todas ellas desde un punto de vista técnico- que han sido elaboradas por los Servicios de Estudios del Consejo General de Economistas que cuenta con 55.000 colegiados entre los 47 Colegios existentes.
Es indudable el efecto que está causando el coronavirus en la economía, y dependerá de la evolución de esta enfermedad epidémica el alcance que finalmente pueda tener.

Desde luego, la repercusión será diferente para cada sector económico, y todos estaremos de acuerdo en que los problemas llegan al transporte de pasajeros en general y a las aerolíneas en particular; al turismo y la banca; pero también se verán afectadas multitud de empresas organizadoras de eventos, de restauración, así como fabriles o comerciales con problemas de aprovisionamiento.

Lo que tenemos claro es que, salvo sectores muy determinados, la generalidad de empresas, grandes, pequeñas y medianas, se van a ver negativamente afectadas de una u otra manera. De hecho, y como siempre ocurre, esta realidad ya está siendo reflejada con crudeza por los mercados bursátiles.

Naturalmente, en una situación como esta, los agentes económicos dirigen su mirada al sector público en busca de ayuda, y un ejemplo de cómo responden es que los Bancos Centrales ya están preparando medidas para paliar en lo posible esta situación.

No obstante, sería deseable que los agentes económicos se comportaran con calma y responsabilidad, huyendo de sobreactuaciones, y teniendo en cuenta que España es un país avanzado con una sanidad moderna y una red de distribución comercial suficientemente preparada.

En estos momentos resulta fundamental que las empresas y las familias, en la medida de los posible, mantengan su ciclo financiero con la máxima normalidad posible.

Además de las medidas tomadas por el Gobierno, que consideramos van en la línea adecuada, a continuación se plantean algunas ideas de urgencia -que habrán de evaluarse y ampliarse en función de la duración y profundidad de esta crisis para su posible toma en consideración:

Entre las herramientas de que disponen los Gobiernos para atender este tipo de situaciones, una de las principales es la política tributaria que, para este caso, seguramente no es la principal, pero puede ayudar a solventar uno de los primeros problemas que se le presentan a empresas y profesionales: la liquidez.

Conviene tener en cuenta que, en estos momentos, no existe escasez de financiación y los bancos centrales están inyectando liquidez, mientras que los tipos de financiación que ofrece el sector bancario a las familias y los mercados financieros prácticamente no han cambiado.

Por ello, proponemos que a aquellas empresas –especialmente pymes– y autónomos de sectores especialmente vulnerables, que se vean afectados por la epidemia de Covid-19, se les puedan otorgar préstamos con tipos de interés ventajosos para reactivar la actividad. No hay que olvidar que en España disponemos de una buena y eficiente red de oficinas bancarias, de un sector financiero muy competitivo, así como de instrumentos públicos que pueden coadyuvar en este sentido

Con el objetivo de evitar multas a las empresas, sería conveniente relajar las medidas del registro de la jornada laboral, por la dificultad que supone controlar el tiempo de trabajo en esta nueva situación.
Valoramos positivamente la iniciativa del Gobierno de aliviar la carga a las empresas con una moratoria para el pago de cotizaciones sociales de empresas y trabajadores autónomos.
Además de considerar como situación asimilada a accidente de trabajo a los periodos de aislamiento de las personas trabajadoras, debería valorarse la posibilidad de que la empresa no tenga que abonar cotizaciones por esos trabajadores durante la citada baja laboral.

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