Los administradores de fincas colegiados somos expertos en la gestión y gobernanza de las comunidades de propietarios y en atender y coordinar todas las necesidades de las personas que en ellas residen.
Nuestra actividad, que el propio Gobierno ha reconocido como esencial en la actual situación de confinamiento, adquirirá aún si cabe más relevancia una vez termine el estado de alarma y tengamos que hacer frente a una ‘nueva normalidad’ que a buen seguro nos planteara numerosos retos y no pocas dificultades.
Para garantizar precisamente que esta desescalada se lleve a cabo en las mejores condiciones, el Colegio de Administradores de Fincas de Cantabria ha propuesto una serie de medidas que estamos convencidos nos permitirán mantener no solo la funcionalidad de los edificios y los servicios que prestamos, sino lo que para nosotros es aún más importante: el bienestar de sus residentes.
En este objetivo, hemos planteado la necesidad de prorrogar hasta el 13 de marzo de 2021 los plazos que afectan a las distintas obligaciones de las comunidades de propietarios, singularmente las relacionadas con la celebración de las juntas generales anuales.
Esta moratoria nos permitirá superar así las restricciones de reunión que muy probablemente se mantendrán durante algún tiempo y facilitará, además, la participación de todos los propietarios sin excepción, incluidas las personas mayores que todo apunta serán los últimos en poder salir de casa.
Del mismo modo, este nuevo horizonte temporal nos proporcionará margen suficiente para poder cumplir con las inspecciones técnicas obligatorias que afectan a las comunidades y llevar a cabo con eficacia la tramitación de los expedientes para la obtención de las correspondientes subvenciones.
Queremos, en definitiva, que esta pandemia altere lo menos posible la vida comunitaria y que todo siga funcionando igual que hasta ahora. Porque hoy, más que nunca, la tranquilidad tiene marca: la de los administradores de fincas colegiados de Cantabria.