Cantabria fue en 2010 la tercera comunidad autónoma que menos animales abandonó en España, con 1.344 perros y 175 gatos. Sin embargo, desde entonces, cada verano crece notablemente este problema. A nivel nacional, el año pasado se registraron más de 137.000 casos de abandono animal y las sociedades protectoras atendieron un total de 104.501 perros y 33.330 gatos.
Las vacaciones fuera de casa o la falta de tiempo se convierten en algunas de las principales razones por las que las personas dejan a un lado a su mascota durante la etapa estival. La detención de este ‘casi’ hábito pretende efectuarse en Cantabria gracias a la reforma de la Ley de Protección de Animales, vigente desde 1992. La idea principal es entender que los animales no son juguetes y que su abandono acarrea considerables consecuencias para su dueño.
Protectoras y asociaciones
Refugio Canino Torres, una protectora de animales nacida en Torrelavega, aboga por la ayuda y la atención hacia todas las mascotas abandonadas. «Si encuentras un animal en la calle hay que llevarlo al veterinario, mirar el chip y llamar a la policía», concreta Lidia Gutiérrez, voluntaria del centro.
Siguiendo el protocolo, el ayuntamiento debe tener un servicio de acogida animal, «pero van a la perrera, por lo que la protectora es la mejor opción». Sin embargo, si la protectora no tiene sitio puede denegar que el animal se quede con ellos. «Si lo recoges, el responsable eres tú porque nos gustaría acoger a todos los animales, pero es imposible, así que queremos que, al menos los que tenemos, estén bien cuidados», lamenta Gutiérrez.
La concienciación nace también a través de la actuación de los medios de comunicación, con propuestas como la de Radio Costa Esmeralda, que acoge el espacio ‘Huellas Cantabria’ con la idea de responsabilizar a todos aquellos que abandonen a sus mascotas, así como de facilitar la adopción a quien desee ampliar su familia con un miembro peludo.
«Damos información, realizamos campañas radiofónicas de concienciación y damos voz a las muchas iniciativas que se impulsan para ampliar horizontes morales y cambiar nuestro modo de relacionarnos con los animales hacia maneras más éticas», explica Russell Simoni, directora del programa.
Fuente El Diario