La Oficina de Rehabilitación de Cantabria abrió ayer sus puertas en la sede del Colegio Oficial de la Arquitectura Técnica de Cantabria, en la calle Francisco Tomás y Valiente nº 17 de Santander. El horario de atención al público es lunes y miércoles de 09:00 a 14:00 horas y de 16:00 a 18:00 horas, pero se atenderá, en cualquier otro día laboral, bajo petición de cita previa que se pueda hacer en la web del colegio, que cuenta con un enlace a la oficina de rehabilitación.
Se trata de la segunda oficina en Cantabria al servicio de los ciudadanos, comunidades de propietarios, empresas y agentes rehabilitadores en general, teniendo en cuenta que las actuaciones de rehabilitación y regeneración a nivel de barrio tendrán sus propias oficinas tipo ‘ventanilla única’.
El objetivo es facilitar el acceso a los fondos europeos del PRTR que cubren los costes de diseño, implantación y gestión de los equipos y las oficinas dedicadas a prestar servicios de información, tramitación y acompañamiento de las actuaciones de rehabilitación de viviendas y edificios residenciales, de la elaboración del libro existente y de la redacción de los proyectos.
La financiación cubre la prestación de la totalidad de las tareas que contribuyan a facilitar la implementación y gestión integral de los proyectos de rehabilitación energética en el ámbito residencial, incluidas la atención a dudas y consultas y el apoyo y asesoramiento en materia de eficiencia energética. Además de los costes relativos a la promoción y difusión del programa.
Todos los detalles del programa de ayudas para actuaciones en materia de Rehabilitación Residencial están en la web de la Dirección General de Vivienda.
Las actuaciones subvencionables deben haberse iniciado con fecha posterior a 1 de enero de 2022 y no extenderse más allá del año 2026 y se trata de ayudas directas a particulares, propietarios o usufructuarios de viviendas, comunidades de propietarios, sociedades cooperativas o administraciones públicas y organismos de derecho público para obras de rehabilitación que obtengan una reducción de al menos un 30% en el indicador de consumo de energía primaria no renovable.
