El periodista gastronómico Benjamín Lana intervendrá el martes 27 de febrero, a partir de las 20.00 horas, en el salón de actos del Colegio de Médicos de Cantabria
Las Jornadas de Gastronomía y Salud que organiza el Colegio de Médicos de Cantabria contará el próximo martes, día 27 de febrero, con la intervención del periodistas gastronómico Benjamín Lana, quien hablará sobre “¿A dónde va la cocina española?”.
Para este especialista, la gastronomía española tiene que encontrar hoy un nuevo camino. Según Benjamín Lana, “la revolución que supuso la aparición de Ferrán Adriá, colocando la alta cocina española en el liderazgo mundial, fue seguida por una época de oscuridad y desconcierto marcada por la crisis económica, cuya llegada prácticamente coincidió con el cierre del simbólico Bulli”.
La nueva Jornada de Gastronomía y Salud del Colegio de Médicos, en la que colabora el Igualatorio Cantabria y la Academia de Gastronomía de Cantabria, se celebrará en el salón de actos de la entidad colegial a partir de las 20.00 horas y la entrada es libre hasta completar el aforo disponible.
El especialista en gastronomía ha avanzado que los restaurantes de la élite y los del “día a día” lucharon “a brazo partido” para sobrevivir, “apretándose el cinturón” y encontrando nuevos modelos de negocio “alejados de las alegrías y del esplendor creativo” de principios de año 2000.
Por eso, en su opinión, al terminar la crisis, de toda aquella inusitada actividad creativa que llevaba lo comestible a los límites de la física y la química, tan sólo quedaban en pie dos ideas: el valor de la autoría y la libertad, entendida ésta como la reivindicación del carácter librepensador para defender la autoría y un camino propio.
Por último, a juicio de Benjamín Lana, en la actualidad, la cocina como la música “no sigue un único patrón” y es que, según ha remarcado, las ideas-fuerza son el territorio y el producto, pero “hay muchos otros caminos que se van abriendo”.
Además, ha remarcado que “ya no hay una única autopista sino un montón de carreteras secundarias” que llevan a distintos lugares por paisajes urbanos o remotos. “La sensación de seguridad, sin embargo, la de marchar juntos y agarrados por el hombro, se ha difuminado”, ha apuntado.