Imaginemos querer hablar y que la voz no salga, querer comer, pero no poder hacerlo por no poder tragar con seguridad por miedo o riesgo a atragantarnos. O querer entablar una conversación con la familia, pero sentir ahogo al terminar cada frase.
Estaríamos necesitando la ayuda de un logopeda.
Estas alteraciones, que siempre han estado presentes en las consultas de logopedia, actualmente copan muchas de ellas ya que son secuelas post Covid-19.
Los profesionales de la logopedia han tenido que adaptarse rápidamente para poder tratar a todas las personas que se han visto afectadas, quedando patente la enorme necesidad de la figura del logopeda en la intervención post-UCI.
Al ser esta profesión una actividad sanitaria en la que se trata con pacientes sin mascarilla, los logopedas se han visto obligados a reinventarse en cuanto a mobiliario, material o incluso realizando sesiones mediante telepráctica.
El próximo sábado 6 de marzo, se conmemora el Día Europeo de la Logopedia. Y el Colegio Profesional de Logopedas de Cantabria celebra un evento online en el que los y las profesionales y las personas interesadas pueden participar enviando un correo a colegio@logopedascantabria.org