Unión Profesional Cantabria

Nueva cita este jueves con el ciclo de conferencias “El decir de los lugares” del Colegio de Arquitectos de Cantabria

La protagonizarán los arquitectos Eduardo Ruiz de la Riva y Pedro Fernández Lastra a las 19.30 horas en el Espacio Ricardo Lorenzo

El Colegio Oficial de Arquitectos de Cantabria continúa con la celebración de su ciclo de conferencias “El decir de los lugares”, en esta ocasión, el próximo jueves, día 26 de abril, a partir de las 19.30 horas y su sede cultural del Espacio Ricardo Lorenzo, con la charla “El compromiso con el lugar” que ofrecerán los arquitectos Eduardo Ruiz de la Riva y Pedro Fernández Lastra.

Con el tiempo, la historia y la sedimentación de civilizaciones, el territorio y los lugares se convierten en un complejo sistema de signos. La interpretación de esos complejos sistemas significativos supone y obliga a descifrar sus lenguajes. El de los lenguajes primarios de la naturaleza como la tierra, el cielo, el viento, el agua, la luz y el color, o los lenguajes culturales sean oral, escrito, material, en mapas o símbolos.

“El decir de los lugares” consiste en parte en tratar de entender el lenguaje en el cual los lugares se comunican y nos dicen, el qué nos dicen y cómo lo interpretamos. Si desciframos su lenguaje y lo entendemos, ya podremos objetivarlo y comunicarlo transcendiendo la parte subjetiva o sentimental. Ya se puede proyectar con sus datos.

El lugar se puede enunciar de maneras diversas: el sitio, el enclave, el terreno, el emplazamiento, el contexto, el entorno, el medio, lo local, lo regional, pero lo que se reclama en el compromiso con el lugar es una mayor atención y sensibilidad para con cada lugar y su escala, para captar lo singular y específico de cada sitio.

Los datos proyectuales que cada lugar puede aportarnos están ahí y nuestro trabajo consiste en saber escuchar, también en aprender a identificarlos, definirlos, valorarlos y utilizarlos al intervenir como parte esencial en el proceso de síntesis creativa de cada proyecto. En algunas ocasiones el lugar es el principal protagonista del proyecto y de la obra y, a veces, el único, como señalaba Chillida sobre su obra “El peine del viento”.

En otros casos, la herencia cultural puede ser tan determinante, que como ante una reliquia o un fósil único, solo cabe respeto y adoptar medidas para su protección y conservación, como nos ocurrió en el proyecto de ampliación del viejo cementerio de Comillas, donde los datos del lugar recomendaron que fuera mejor dejarlo como estaba y buscar otro emplazamiento para proyectar un nuevo cementerio.

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